COMUNICACIÓN ORAL

 

BLOQUE 1: LENGUAJE, LENGUA Y COMUNICACIÓN ORAL

Con esta entrada comienzo un nuevo blog, donde abordaré diferentes ámbitos referidos a la didáctica de la lengua española. Siendo la comunicación oral la protagonista, así como, la competencia olvidada por excelencia en un gran número de escuelas en nuestro país.  

La comunicación oral es la guía de la vida diaria y social, sin embargo, las dinámicas y propuestas para trabajar esta habilidad en el aula brillan por su ausencia. Esta destreza es fundamental tanto en el ámbito escolar, para el intercambio de conocimientos, como en el ámbito social y emocional, para el diálogo y la expresión emocional con otros individuos. 

Es fundamental comenzar a tener en cuenta el aprendizaje y desarrollo de esta competencia, definiendo metas específicas para su evaluación. De esta manera, conseguiremos formar nuevas generaciones con destrezas de comunicación oral adecuadas para el desarrollo completo de sí mismos, en todos los ámbitos de su vida. Si comenzamos a considerar esto, podremos valorar y guiar al alumnado a través de evaluaciones continuas acompañadas de pautas a mejorar. 

Es imprescindible considerar la escuela un ensayo de la vida social, propiciando situaciones que fomenten la expresión oral, tanto en grupo como de forma individual. Para alcanzar este objetivo, es importante generar un espacio de respeto mutuo, donde los niños se sientan cómodos y libres para expresarse sin miedo al error. 

Para la enseñanza de la expresión oral es fundamental considerar la escucha, pues si no tenemos en cuenta y ni entrenamos esta habilidad, nuestros alumnos solo generarán monólogos y no diálogos. Para lograr que adquieran una escucha activa, debemos marcar una serie de normas que guíen las charlas en el aula: con turnos de palabra, sin interrumpir, mostrando interés y respetando siempre la opinión de los compañeros.


Planteo una actividad de comunicación oral en gran grupo, para poner en práctica una serie de estrategias y lograr evaluar esta competencia de forma adecuada y cualitativa. 

El curso al que destino dicha actividad es 4º de primaria, pues es una etapa caracterizada por la adquisición de cierta independencia y conciencia de sí mismos. Donde comienzan a ser capaces de defender sus posturas y reacciones ante los acontecimientos, y el aspecto social, está muy marcado por el interés por el grupo de referencia.

Para lograr que la propuesta se desarrolle de la mejor forma posible, cuidar el ambiente en el que se desarrolla el diálogo es fundamental. Dispondría a los alumnos en forma de círculo, de forma que todos puedan verse y sentirse escuchados. Todos sentados en el suelo juntos al profesor, para generar un espacio de seguridad donde todos somos iguales. La charla se desarrolla en el aula, o si las condiciones climatológicas lo permiten, en el recreo u otro lugar que pueda resultar agradable y estimulante.

 


El tema a dialogar sería la temática que escogeremos para hacer la obra de teatro de fin de curso. Se trata de una clase que disfruta mucho con esta actividad, por lo que puede ser un tema estimulante para ellos además de sentirse implicados y partícipes de la elección de la obra. Además podremos repetir esta dinámica más adelante para su adaptación, la distribución de papeles-roles, etc. La profesora guiará y mediará en todo momento el diálogo. 

Antes de introducir la cuestión a tratar, es esencial definir y explicar una serie de normas a seguir durante la propuesta. Si la intención es introducir está dinámica en el día a día del aula, podemos generar un escrito que colgaremos en la misma. 

REGLAS PARA DIALOGAR EN GRUPO

 

1.    LEVANTAR LA MANO ANTES DE HABLAR

2.    NO INTERRUMPIR A NUESTROS COMPAÑEROS

3.    RESPETAR LA OPINIÓN Y LAS IDEAS DE TODOS 

4.    NO CUCHICHEAR NI REÍRSE CON EL COMPAÑERO DE AL LADO

5.    COMETER ERRORES ESTÁ PERMITIDO

6.    SENTARNOS EN EL SITIO

7.    ARRIÉSGATE! 

8.    TODOS ESTAMOS APRENDIENDO 

 

Debemos detenernos a explicar con detalle la importancia de cumplir estas reglas, para que todos tomen consciencia y aprendan a respetar e interactuar con otros en diferentes situaciones. 

Es común durante este tipo de actividades, encontrarnos con dos perfiles de alumno que presentan ciertas dificultades a la hora de desarrollar la propuesta. Es nuestra labor lograr reconducir estas conductas de forma respetuosa, sin referirnos a ellos de forma directa frente al grupo y evitar que se sientan señalados, pues esto resultaría contraproducente para su correcta participación. 

Si nos encontramos con un perfil disyuntivo, al que le cuesta respetar las normas, posee conductas impulsivas que dificultan el diálogo y suelen hablar fuera de los turnos establecidos; lo conveniente sería recordar las reglas antes de comenzar cada charla grupal. Debemos hacerles entender la importancia de respetar los turnos, pues todos merecemos la misma atención y tiempo para expresarnos. Podemos lanzar preguntas que fomenten esa empatía, como por ejemplo: ¿Cómo os sentiríais si es vuestro turno, y un compañero os interrumpe, se ríe o no os escucha?. De esta manera, generamos una consciencia de grupo que será muy beneficiosa para crear un clima de respeto mutuo y confianza en el grupo. Si esto no fuese suficiente para reconducir la conducta, podemos advertir de que, si interrumpimos a un compañero durante su turno, tendremos que cederle el nuestro en otra ocasión para que las oportunidades sean igualitarias para todos. Siempre nos referiremos al grupo-clase en general, no debemos señalar de forma directa a ningún alumno. 

Otro perfil común que podemos observar durante estas dinámicas, es el de un niño tímido, al que le cuesta desenvolverse en público y que tiende a no participar durante el diálogo. De la misma forma que en el caso anterior, el respeto de las normas es esencial, para crear un ambiente seguro que le anime a desarrollar sus habilidades comunicativas sin miedo. Debemos recordar que todos podemos equivocarnos, y abrazar este concepto como fuente de aprendizaje. Difundir de forma abierta que todas las opiniones son válidas, y todas ellas merecen ser escuchadas sin juicios. Como mediadores del diálogo, debemos cederle la palabra a estos niños para animarles a interactuar, sin embargo, debemos hacerlo con moderación para evitar la presión y frustración. Debemos conocerlos y ser observadores, buscando momentos en los que se sientan cómodos con el ambiente y la conversación. Podemos buscar temas que sean de su interés, para que les resulte más sencillo compartir su visión con el grupo.

Tras remarcar la importancia de la escucha activa, necesitamos realizar un pequeño esfuerzo para interactuar con los compañeros, introduciría el tema del diálogo. Explicaría lo importante que es conocer la opinión de todos, pues ellos decidirán qué obra realizaremos a final de curso. Así sentirán lo valiosa que es su opinión, y su interés aumentará significativamente. Comenzaría el diálogo con la siguiente cuestión: ¿Cómo os gustaría que fuese la obra de este año? Después de formular la pregunta, cedería el turno de palabra a aquellos alumnos que levantasen la mano. Una vez respondiesen, para fomentar la escucha a las respuestas que anteriormente han dado sus compañeros, preguntaría si están de acuerdo o si quieren añadir o complementar lo que han comentado. De esta manera, logramos generar un diálogo social, donde los participantes enlazan, debaten y complementan sus respuestas. Evitando el monólogo y fomentando el intercambio activo de opiniones, así como la escucha. 

Si fuese necesario, podemos alimentar este diálogo formulando otras preguntas:

- ¿Qué temática o temáticas os gustaría que apareciesen?

- ¿Qué personajes os gustaría que apareciesen? 

- ¿Qué os gustaría modificar o mejorar de las obras que hemos realizado años anteriores?

Durante las intervenciones es conveniente dar un feedback, para que los alumnos sean conscientes de cuales son los puntos a mejorar. Estos comentarios siempre deben dar más énfasis a todo aquello que están haciendo de forma adecuada, a sus fortalezas. De esta manera, conseguiremos que se sientan motivados y valorados, queriendo mejorar para ser mejores hablantes. Jamás haremos comentarios que no sean constructivos, amables y alentadores. No deben sentir que les estamos poniendo una nota, pues se sentirán juzgados.

Además de los comentarios que reciban, sería acertado pactar una serie de ítems reflejados una autoevaluación personal, para que les resulte más sencillo observar su evolución y generar una consciencia de sí mismos más definida. 

 

 

NUNCA

A VECES

SIEMPRE

Me expreso con claridad, de forma ordenada y realizando pausas

 

 

 

Cumplo las normas pautadas

 

 

 

Participo, expresando mi opinión

 

 

 

Respeto y valoro la opinión de mis compañeros

 

 

 

Respeto el turno de palabra de mis compañeros

 

 

 

 

De esta forma, logramos que generen una responsabilidad en cuanto a su evolución. Para que resulte más atractivo, podemos dar pegatinas con diferentes emoticonos para rellenar la rúbrica. Es una manera muy visual de percibir su progreso personal. Además, repasaremos las autoevaluaciones con cada uno de ellos, de forma individual, para dar pautas a mejorar y aplaudir sus logros. 


Como maestros, debemos evaluar esta destreza de la misma forma que consideramos otras competencias. Para facilitar el ejercicio de observación, que debemos llevar a cabo durante el diálogo, es conveniente generar una evaluación-tabla de observación para cada alumno. Estando su valoración basada siempre en la evolución a lo largo del curso. También podremos revisarla de forma individual con ellos, siempre y cuando, resulte positivo y estimulante. Deberemos tener en cuenta la evolución personal de cada niño, a la hora de considerar esta cuestión.


 

Nombre del alumno: ___________________                          (Siendo el 4 la adquisición completa del ítem)


ÍTEMS

1

2

3

4

Utiliza un vocabulario amplio y adecuado al contexto

 

 

 

 

 

Su discurso posee una estructura coherente, exponiendo sus ideas de forma concreta

 

 

 

 

 

Pronuncia y vocaliza de forma adecuada

 

 

 

 

 

Su volumen es adecuado 

 

 

 

 

 

Realiza pausas 

 

 

 

 

 

El lenguaje corporal es adecuado, complementando el discurso mediante gesticulación, postura, mirada…

 

 

 

 

 

Da a conocer su opinión personal, se muestra participativo y genera aportaciones interesantes

 

 

 

 

 

Respeta las normas, valora la opinión de sus compañeros, respeta los turnos de palabra…

 

 

 

 

 

Observaciones:

 

 


 

Tras realizar esta entrada, he tomado consciencia de las dificultades que conlleva realizar este tipo de actividades, tal vez esta sea la razón por la que es escasa su presencia en el panorama educativo actual. Sin embargo, merece la pena y es totalmente necesario, difundir este tipo de propuestas. 

Dar la oportunidad de dialogar, intercambiar opiniones, expresar sus emociones y aprender a sentirse cómodo hablando en público, también es un aprendizaje que corre a cuenta de los maestros de la Etapa Primaria. Para lograr un desarrollo completo e integral de todos nuestros alumnos, debemos dotarles de recursos para la correcta comunicación oral, así como generar espacios para su entrenamiento. 

Se trata de una reflexión que sin duda marcará mi futuro profesional. ¡Gracias a mis lectores por dedicar un ratito a leerme! :)


Comentarios

  1. He pasado por aquí con toda mi ilusión para leerte... y solo hay una imagen :(

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